Me moví entre la niebla como cada vez que visitaba aquel lugar. Despacio, como si mi peso si hubiera multiplicado. Aquel lugar, universo paralelo a la realidad, no tenía secretos para mí. Caminé por una calle gris, parecida a la que llevaba al colegio donde iba cuando era niña, pero totalmente diferente. Para alguien como yo, era fácil apreciar que se trataba de un sueño. La espesa niebla lo cubría todo a ambos lados, y sólo existía un camino: el que seguía hacia delante. Los bancos de madera aguantaban la respiración, y las rejas negras parecían más altas que nunca. Dejé todas las pesadillas a mi izquierda, pesadillas recurrentes que exhibían cuerpos mutilados, habitaciones pequeñas y una gran mariposa gris con las alas destrozadas, devorando un corazón roto. Cerré los ojos con fuerza y giré a la derecha, donde se agolpaban, impacientes, mis sueños, mis pequeños recuerdos.
Paseé largo tiempo entre aquellas sonrisas sinceras, buscando con cuidado el recuerdo que quería revivir.
Los sueños más atrevidos me hacían cosquillas, balanceándome entre estrellas azules que anhelaban mi presencia. Fueron ellas las que me llevaron hasta ti.
Me sumergí de cabeza en el enorme lago, y volví a sentir tu presencia, envolviéndome con fuerza. Como siempre, me dejé llevar por el recuerdo, que tiraba de mí.
-Te daré las gracias por ser como eres, y por quererme tanto como lo haces.
-No tienes que darme las gracias por eso. Tú lo haces mejor.
-Tú lo haces mucho mejor.
-Eso es mentira y lo sabes. Tú eres el mejor queriéndome. Eres el mejor queriendo a otra persona.
-Espero que NUNCA se te olvide que esa otra persona eres tú.
-Nunca se me olvida. Si se me olvidara, moriría.
-Haré que no se te olvide. SIEMPRE estaré a tu lado recordándotelo.
Apreté el círculo de plata y volví a la realidad. Dejé caer el colgante, ahora frío, sobre mi pecho, e intenté borrar aquel brillo delatador en mis ojos.
Mi habitación estaba tranquila, como la dejé. Es escritorio de madera brillaba en contacto con la tenue luz, y la puerta blanca seguía cerrada.
Descubrí algo nuevo: había un sobre negro tirado en el suelo, junto a la puerta. Un sobre lleno de lágrimas.
Paseé largo tiempo entre aquellas sonrisas sinceras, buscando con cuidado el recuerdo que quería revivir.
Los sueños más atrevidos me hacían cosquillas, balanceándome entre estrellas azules que anhelaban mi presencia. Fueron ellas las que me llevaron hasta ti.
Me sumergí de cabeza en el enorme lago, y volví a sentir tu presencia, envolviéndome con fuerza. Como siempre, me dejé llevar por el recuerdo, que tiraba de mí.
-Te daré las gracias por ser como eres, y por quererme tanto como lo haces.
-No tienes que darme las gracias por eso. Tú lo haces mejor.
-Tú lo haces mucho mejor.
-Eso es mentira y lo sabes. Tú eres el mejor queriéndome. Eres el mejor queriendo a otra persona.
-Espero que NUNCA se te olvide que esa otra persona eres tú.
-Nunca se me olvida. Si se me olvidara, moriría.
-Haré que no se te olvide. SIEMPRE estaré a tu lado recordándotelo.
Apreté el círculo de plata y volví a la realidad. Dejé caer el colgante, ahora frío, sobre mi pecho, e intenté borrar aquel brillo delatador en mis ojos.
Mi habitación estaba tranquila, como la dejé. Es escritorio de madera brillaba en contacto con la tenue luz, y la puerta blanca seguía cerrada.
Descubrí algo nuevo: había un sobre negro tirado en el suelo, junto a la puerta. Un sobre lleno de lágrimas.
Un texto hermoso.
ResponderEliminarLleno de giros que llevan a quien lo lee por diferentes lugares.
Muy bueno.
Besos!
Realmente terminó como tendría que haber terminado, cargado de melancolía:)
ResponderEliminarMe encantó este texto, es como que cada vez te vas superando día a día.
Realmente es un placer pasar a leerte...
Un beso grande euforia:)
Por que a veces los sueños acaban en pesadilla, un texto precioso, creo q estoy cars!gada de sobres negros.
ResponderEliminarbss!*
Precioso y me siento muy identificada.
ResponderEliminarlas lagrimas significan demasiado...
ResponderEliminarno pases por alto su significado..
llegue por casualidad, me gusto mucho el blog.
ResponderEliminarregresare para leerte.
un saludo en la lejania.
Me encantó el diálogo en el Lago, para mi al menos fue la mejor parte de esta linda historia. Y tus finales a veces me dejan intrigada. Esas lágrimas en el sobre... me hicieron pensar en las mías :(
ResponderEliminarEres una artista con las letras ;)
Te abrazo
Marlene
Eso es lo peor de los sueños, despertar y darse cuenta de que la realidad es peor de lo que uno recordaba...
ResponderEliminarBonito texto...
Lo mas triste es volver a la realidad,y encontrar ese sobre.
ResponderEliminarA mi ha llegado muchos,pero nunca los abrí,por miedo.
Un beso
Suerte :)
hoy volvi a leerte, "Un sobre lleno de lágrimas.", que final! me gusto mucho el dialogo en la profundidad del agua.
ResponderEliminarun gusto que hayas viajado por mis rincones, me hice a un lado del camino para interpretar tu "habia oído hablar de ti :)", pero no logro mas que extraviarme. me ayudas?
un saludo en la lejania.
Una lagrima en el sobre, un lago en el dialogo, un sobre en la puerta, una puerta en la mirada hacia adentro....me gusta.
ResponderEliminarbeso
Druida.
yo vivo en la ciudad de la niebla y mis ojos se humedecen día a día.. a veces creo se me van a inundar..
ResponderEliminarme encantó
Me gustó mucho!
ResponderEliminarmás allá de las vueltas, de los giros de la vida, el sobre negro de lagrimas, no siempre es un desenlace.
ResponderEliminarquizá sea comienzo, si lo pisas con fuerza y abris esa puerta, hacia otro lado.
saludos.
Ay, que bonito, me gustó mucho el detalle del sobre...
ResponderEliminar(por lo de tu comentario, no me inspiré en ninguna canción, no no, fue sacado de mi cabeza! Los versos de más abajo los hizo un amigo a partir de mi texto :] Y gracias por pararte un ratito a leer mi relato, no pensé que alguien se molestase a leerlo!)
Un besazo!
Euforia! Espero que puedas participar en el concurso que he propuesto :)
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo!
Al fin te puedo seguir, no sé que problema tenía que no podía seguir a ningún blog, pero ahí te sigo :)
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