"Himmelhoch jauchzend, zu Tode betrübt" Goethe.
De la más alta euforia a la más profunda aflicción.

sábado, 17 de abril de 2010

...Corre

Corría. No sabía a donde ir, pero yo seguía corriendo sin rumbo, perdida entre unas ruinas apagadas por el tiempo.
Fui aminorando el paso, hasta que me encontré caminando perdida en un laberinto de piedra y mármol. ¿Dónde estaba?
Me encontraba en una especie de patio exterior, rodeada de bustos blancos derruidos, demasiado desgastados como para poder apreciarlos. En cada calle del laberinto había más y más estatuas, algunas tiradas en el suelo, otras en pie, amenazantes.
Aparte de aquellas esculturas humanoides, estaba completamente sola, o eso creí.
Seguí dando vueltas en círculo, pasando una y otra vez delante de una estatua que me aterraba especialmente. Se trataba de una mujer de increíble belleza, ataviada con una túnica decorada con espinas. La mujer miraba al cielo y levantaba un puño, y su cara denotaba rabia. Me resultaba vagamente familiar… ¿Dónde había visto antes a esa mujer?
La observé un poco más, siempre manteniendo cierta distancia, hasta que me cansé y me senté sobre una piedra de tantas. Entonces la vi.
No había oído ningún ruido mientras corría, pero en cuanto mi mirada se posó en ella, supe que me había estado siguiendo.
Sus ojos parecían contar una historia de sangre y dolor, y sus labios nunca habían tenido la oportunidad de aprender a sonreír…
No se movía, no hablaba, tan sólo me miraba fijamente, inundando cada rincón de mi cuerpo de oscura angustia.
Todo a su alrededor parecía en blanco y negro; negro como su largo cabello, que caía a ambos lados de la cara, llegando más debajo de la cintura. Blanco como la túnica raída con la que cubría su piel pálida.
Quería huir, correr, alejarme de allí lo más deprisa posible. Pero algo me lo impedía. Además, no estaba segura de que fuera buena idea darle la espalda a aquella criatura… Permanecía inmóvil, pero parecía que iba a saltar sobre mí de un momento a otro.
De repente el cielo se cubrió de negro, y una brisa susurrante danzó a nuestro lado, silbando secretos que hubiera preferido no conocer.
La aparente calma de la chica se rompió en mil pedazos, y en un abrir y cerrar de ojos se encontraba a escasos centímetros de mí. Olía a cementerio mojado, a madera podrida y a sueños rotos.
-Son ellos… Ellos…
Echó la cabeza hacia atrás y comenzó a reírse como una loca.
Tragué saliva y me alejé un poco de ella.
-¿Quiénes son ellos?
-Más vale que no lo sepas.
Todo se había llenado de sombras sedientas, que nos estudiaban desde cada rincón. Parecían esperar un aviso.
En ese momento algo impactó contra la espalda de la criatura, que se enderezó y abrió los brazos. Sus ojos estaban en blanco, y vi la muerte sonreírme desde sus ojos, y un hilillo de sangre caer de sus labios secos.
La pesadilla no terminó ahí.
La chica movió los labios, y aún pude leer en ellos una última palabra antes de girar a toda prisa el recodo más próximo.
“Corre”- me dijo antes de desplomarse sobre el suelo.
Creo que nunca había corrido tanto. La adrenalina guiaba mis pies, que recorrían cada pasillo del pasadizo con más desesperación que el anterior. Me seguían. Iban a alcanzarme, solo era cuestión de tiempo. No podía escapar, no podía. Sus risas explotaban en mis oídos, y mi corazón estaba muerto de miedo.
Unos dedos largos me rozaron el tobillo, y corrí más rápido. No podía más, ¡estaba agotada!
Vi la salida del laberinto al fondo, oscura, y salté, precipitándome al vacío.
Caí y caí, hacia un enorme ojo violeta. El ojo de Alex.

9 comentarios:

  1. ¡¡Santo cielo!!! pero que maravillosa narrativa.. me tenias al filo de mi asiento.. con los látidos a mil. Y también me he quedado terriblemente intrigada :/

    Como siempre... TE SIGO...

    Un abrazo y . . . me voy corriendo.
    Marlene

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  2. Mi querida Euforia, es increible como me trasportas, con tus letras tomas mis emociones y las llevas a tus relatos, abres esa magia que me hechiza... eres increible y me encanta perderme en cada historia, letras perfectas.

    Besitos

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  3. la desesperacion de correr sin destino

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  4. wow!! tension y salto, abismo y violeta...

    muy bueno

    mi beso
    druida

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  5. Que bonita narrativa euforia ♥ realmente muy bella, quería saber donde iba caer.
    Un beso grandisimo! y vuelvo a decirte, me encantó esta entrada:)

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  6. Qué final :)
    Hoy me he sentido acogida en tu palacio de cristal... Así que empaño una de tus paredes.




    Sueños de canela para ti.

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  7. A qué me recuerda esto? jajaj me ha gustado tanto como la primera vez que lo leí.
    Besos.

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Empaña las paredes de mi palacio con tu voz, y escribe en el cristal tu nombre :)