"Himmelhoch jauchzend, zu Tode betrübt" Goethe.
De la más alta euforia a la más profunda aflicción.

domingo, 25 de abril de 2010

Friends will be Friends


Nuestras miradas no se cruzaron durante todo el camino. La tensión de siempre flotaba en el aire, satisfecha, mientras Vic y yo caminábamos mirando al suelo, en silencio, con más miedo a las palabras que a la caída.

Vic tenía razón. Se habían olvidado de nosotras. Raquel nos hizo algunas preguntas vanas, de las que se preguntan para rellenar un espacio roto. Aquello fue peor que no decirnos nada. Vic me repetía una y otra vez que no entendía nada, que quería irse a su casa y que soportaba más la situación. Se preguntaba si dejaríamos de ser cuatro, si nuestras diferencias habrían terminado por destruirnos desde dentro, haciendo volar miles de momentos que pasamos juntas.
Oí a Isabelle gritar que estaba harta, que no podía más con esto. Resulta más fácil no mirar hacia atrás y esconder dos ojos mojados en la oscuridad de la noche, y eso hice. No entendía porqué nos había afectado tanto aquello, ni la razón por la que Raquel y ella habían decidido no interesarse por nuestra posición aquella noche.
"No les importamos" decía alguien dentro de mí. No sé si fue porque no me lo creía o porque simplemente no lo aceptaba, pero permanecí serena hasta ese momento. Ya no pude más. Me giré por completo para no incomodar a nadie, para que no vieran que la evidencia y los gritos me habían vencido. Ian no tardó en abrazarme por detrás, y por primera vez lloré en su hombro. Había reservado ese momento para dedicarle lágrimas de emoción y alegría, pero no fue así.
Vic también estaba llorando, así que la abracé con cariño mientras los demás seguían caminando hacia delante, siempre hacia delante. Ian nos abrazó a las dos con fuerza. Hacía mucho que no veía a mi amiga llorar así, y aquello me destrozó. Hizo que me olvidara de lo demás y una afilada serenidad se adueñó de mí. Cuántas veces había consolado aquel cuerpo tembloroso, a veces demasiado pequeño para afrontar el mundo y sus trampas.

-No os teníais que haber metido en esto.
Después de toda la tarde, ellas nos hablaban del problema de Pablo, y no del nuestro.
Todos se equivocaban. Pablo a veces era demasiado dramático, y nos agobiaba a todos con sus problemas. No entendía que nunca lograría lo que quería. Pero en el fondo yo veía a un chico triste, y esa tristeza se debía a Isabelle.
Ella sólo tenía ojos para otro. Y no la culpé por ello. Sé lo que es encontrar a alguien especial que te entiende y comparte aspectos en común contigo. Alguien que supera todas las expectativas. Pero tenía que entender a Pablo. Al fin y al cabo eran amigos.
Raquel no estaba de acuerdo conmigo, y nos dijo que él exageraba, y que estaban cansadas de él. ¿No entendían que aquello no era lo importante? Vic y yo queríamos saber porqué no habían venido a nosotras al vernos así, y porqué se habían ido alejando poco a poco. Ansiábamos la razón que se escondía detrás de todo, la que nos hacía dudar.
Sus palabras fueron tomando cordura en mi cabeza, así que les dije que tenían razón, y dejé de mirar al suelo.
Supongo que a veces no basta con meterse en la piel del otro y ver las cosas desde todas las perspectivas posibles. Cada uno es como es y todas las personas somos únicamente únicas.
Como recuerdo de aquella noche quedarán las lágrimas de Vic en mi pelo, un grito rompiendo la noche y un nombre escrito en la oscuridad de una vieja fábrica.
Gracias a aquellos que me abrazaron con fuerza, a aquellos que me animaron con sonrisas verdaderas y a los que simplemente vieron a una niña llorar.
Gracias a Isabelle, por pedirme perdón, y a Raquel por mantener la serenidad y hacerme reír al final.
Gracias a Vic, por tomar mi mano entre la niebla una vez más, y a Ian, por estar conmigo siempre.

Gracias a todos los que me leen, que seguramente no entenderán esta historia del todo. No sabéis lo difícil que ha sido escribirla.
Gracias por ser pacientes, últimamente no cuento con mucho tiempo.

Supongo que... Los amigos siempre seguirán siendo amigos, a pesar de los muchos caminos que se abran ante nosotros; y no dejaré escapar esa preciosa esperanza.

5 comentarios:

  1. Me ha parecido una entrada preciosa, la verda, casi no me enterado, pero me ha gustado muchisiimoooo!^^
    simplemente estupenda!
    un bss!*

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  2. Solo se me ocurre una palabra para describir la entrada y es: Magnifica.
    Eres una gran escritora Euforia, por cierto a mi tambien me gustan los lobos
    te seguire desde las sombras.
    un beso tan dulce como mi pena

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  3. No importa que quizás no logremos entender del todo lo que querés escribir.Seguramente fue dificil, pero has demostrado tantas cosas.
    La esperanza es lo último que se pierde ;)

    Besos grandes euforia!

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  4. Todo lo que sale del corazón es hermoso y tu post de hoy esta lleno de hermosura. Me encantó.
    Sigue teniendo esa esperanza, seguro que acabará haciéndose realidad.
    Besos y susurros con dulzura

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  5. A mi me encantó la historia :)
    y no dejaré escapar esa preciosa esperanza, de seguirte leyendo, siempre que publiques ;)

    Abrazo fraterno
    Marlene

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Empaña las paredes de mi palacio con tu voz, y escribe en el cristal tu nombre :)