"Himmelhoch jauchzend, zu Tode betrübt" Goethe.
De la más alta euforia a la más profunda aflicción.

viernes, 2 de julio de 2010

Wish you were here


Era increíble. Aquel hombre estaba tocando la canción que me gustaba escuchar cada noche en el hotel, una y otra vez, hasta dormirme, la canción que resumía toda un invierno.
A pesar del olor a cerveza, su ropa sucia y su cara demacrada, me gustaba su forma de tocar la guitarra, acariciando las cuerdas con sus sucias uñas. ¿Su voz? Estaba partida, rota por el alcohol y el tabaco, pero me conmovía. Conseguía arañar el aire y llegar hasta mi corazón, dormido por el ajetreo de la ciudad, el aroma de los Coffee Shop, las luces...

"So, so you think you can tell heaven from hell..."

Nos pidió que cantáramos con él, y negué instintivamente con la cabeza. Mi tía me miraba, como a la espera de que algo sucediera.
La letra de la canción surgía en mi cabeza, su significado, el recuerdo de él cantándola conmigo...

"How I wish, how I wish you were here..."

No pude más. Eché unas monedas a la funda negra de su guitarra y salí corriendo, tropezando con la muchedumbre. Lo echaba tanto de menos... El olor de su piel, su pelo revuelto entre mis dedos, sus ojos...
Me detuve en medio de la carretera, y respiré hondo. Había llegado a una zona más tranquila, así que me relajé y besé mi colgante de plata. ¡Dios mío! Había huído sin una palabra, dejando a Sara junto al mendigo. Miré a mi alrededor. No sabía dónde estaba, y desconocía el camino que había seguido hasta allí. En ese momento sonó una campanilla, y a mi derecha apareció uno de los tranvías blancos y azules que recorren Amsterdam. Intenté moverme, pero no podía. Cerré los ojos. Unos brazos fuertes me levantaron en el aire, y noté el temblor del suelo allí donde hacía unos segundos estaba yo. Me sentaron en un bordillo, pero yo seguía con los ojos cerrados. A mi lado, oí como alguien me hablaba, diciéndome algo en neerlandés. Abrí los ojos y vi al chico que me había salvado, que me miraba con los ojos azules muy abiertos y se mordía el labio, preocupado. LLevaba una camiseta negra y tenía el pelo rubio, larguito, con pequeños rizos. Volví a cerrar los ojos y me tapé la cara con las manos, tras notar que se sentaba a mi lado. Olía bien, olía muy bien...
"¿Ian?"
Lo miré otra vez, con el corazón latiéndome con fuerza. Apreté con fuerza el candado que llevaba en el cuello y le sonreí. No podía ser... ¿Qué hacía allí? ¿Por qué me hablaba en neerlandés?
Él sacó un refresco de naranja de su mochila gris, y el alma se me cayó a los pies. Me fijé mejor, y no vi las arrugas de la sonrisa de Ian, tampoco su olor era el mismo... Y Ian odiaba los refrescos de naranja con burbujas. El desconocido se llamaba Frans, y tras presentarse, me ofreció un trago. Negué con la cabeza y miré al suelo. ¡Me sentía tan tonta! Añoraba tanto a Ian que lo veía en todas partes, sus canciones me perseguían, así como sus ojos. Lo necesitaba, lo necesitaba...

"We`re just two lost souls swimming in a fish bowl..."

El pobre Frans seguía hablándome, pero yo no me enteraba de nada, tampoco me importaba demasiado. Entonces apareció Sara, acalorada, ya que seguramente me habría seguido corriendo, y respiró aliviada al verme allí. Miró inquisitivamente a Frans, que le sonrió, y luego me miró a mí. Intenté levantarme pero no podía, había sufrido demasiados sustos en muy poco tiempo, así que él me ayudó a ponerme en pie. Yo apreté su mano con mis dedos y le di las gracias por todo, sin una sonrisa, sin mirarle a los ojos. El pobre no tenía la culpa.

"Running over the same old ground. What have you found? The same old fears. Wish you were here."

De nuevo, mis disculpas :) He estado una semanita en Amsterdam, y no he tenido tiempo de nada! Muchísimas gracias por vuestros comentarios, los responderé en cuanto pueda :) Gracias.

24 comentarios:

  1. Que linda historia... es verdad, a veces cuando necesiatamos a una persona y la extrañamos mucho, aparece por todas partes, a traves de canciones, recuerdos... todo se termina relacionandose con esa persona, es increible.
    Un abrazote!

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  2. Que lindo.
    Coincido con el comentario anterior..
    Aparece en todos lados...

    Besos!

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  3. Sí, estoy de acuerdo con los comentarios anteriores, a mi tambien me pasa una persona muy especial en mi vida se ha marchado una temporada y TODO me recuerda a ella.
    Muy bonita historia :D
    Muchos besos más dulces que mi pena ;)

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  4. Espero que no estuvieras a punto de ser atropellada por un tranvía de verdad! Últimamente yo también me acuerdo mucho de la gente por las canciones que hablan de aquello que siento por ellos, es una sensación rara...
    No te preocupes, Ian no te olvidará nunca (llevo diciendo esto como 9 meses y de momento he acertado, no?).
    Besos.
    PD: aquí hay más comentarios en clave que otra cosa ;)

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  5. Bello relato,hace pensar (:
    Un beso
    Suerte :)

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  6. A mi noce me aparece en todos lados, pero TODO me recuerda a el, TODO!!!!!!!
    Que bien lo de Amsterdam.
    Besos.

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  7. La música es un ancla, que ata el presente al pasado, y lo trae con la marea alta de las notas en el pentagrama

    beso
    druida

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  8. Dicen que Amsterdam es increíble, aunque todavía espero que me lo confirme alguien ;)

    Esa canción también me hace pensar a mi muchísimo, pero en una antigua amiga.

    Te hemos echado de menos aquí!

    Un beso!

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  9. Hermosa historia!!
    Como todas las que escribes. Me encanta tu blog.

    DISFRUTA DEL MOMENTO!!

    FELICIDAD!!

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  10. Muy bonito el post un placer leerte
    pasaba a saludarte y desearte tengas un feliz verano, estare ausente por motivos de trabajo.
    que tengas una feliz semana.
    un abrazo.

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  11. Que suerte que Amsterdam te haya servido de inspiración. Yo quiero conocer aIan porfiss ;)
    Un muá(h)

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  12. Seguro que Ian se sentiría maravillado de saber que inspira relatos tan hermosos. Con las personas especiales así ocurre, jamás se separan de nosotros. Pero la música a menudo da sentido a las personas y los momentos, los hace aún más necesarios de lo que ya son, como demuestras tú. Me encanta!
    Un beso :)

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  13. Pero qué morro! Amsterdam :) Qué tal es aquello?

    He sentido al leerte la angustia de ella al pensar que era Ian y darse cuenta de que no... Es tan doloroso creer ver materializado el recuerdo.


    Un besazo :)

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  14. el poder de la musica, de relacionar cualquier cosa que este en nuestra cabeza con una dulce melodia, lo peor es inevitable♥
    que lindo amsterdam nunca eh ido vivo del otro lado del globo.

    besos

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  15. Hey!! esa canción de Pink Floyd es increíble, una de mis favoritas por cierto :)

    Que escena la del tranvía, pude imaginarla y sentirla, como si estuviera sentada en una butaca de cine...

    Que manera de extrañar, de amar, de necesitar. Tus relatos son magistrales. Los adoro :)

    Mis cariños,
    Marlene

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  16. Hermoso!! en verdad me gusta mucho como escribis.
    Espero las fotos de Am!!

    Un saludo desde la lejania.

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  17. Me ha encantado n_n, mutto belo :P, te dejo saludines gracias por pasarte por mi blog, y lindo lo qe escribes de verdad, me inspiras quizas llege a ser tan grande como tú bye muacks

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  18. Que linda historia, se extrañaban este tipo de textos, espero que hayas pasado muy linda tu visita a ese lugar:)

    Besos muchacha!

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  19. Precioso! Me ha encantado, sobre todo cuando explicaste el sonido de la guitarra...Lo pude sentir, es como cuando yo la toco, tan especial.
    ¿Qué tal por Países Bajos?

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  20. que bonito!
    pd: si, estoy enamorada :)

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  21. Me encanta de verdad.
    Ver siempre a la misma persona en cualquier cara, necesitarla... Me pasó, pero el tiempo cura poco a poco y las noticias sobre su vida, que cambia y se aleja de la mía, lo rompieron todo. Al tiempo, cielo, aunque desees que esté contigo, aunque esa canción te haga llorar.

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  22. Amsterdam es genial, muy bonito, y un lugar perfecto para soñar :) Gracias a todos.

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Empaña las paredes de mi palacio con tu voz, y escribe en el cristal tu nombre :)