"Himmelhoch jauchzend, zu Tode betrübt" Goethe.
De la más alta euforia a la más profunda aflicción.

domingo, 10 de octubre de 2010

Wicked Game


Colgué el teléfono y hundí la cabeza entre mis manos, que temblaban más de la cuenta. Liss tenía razón: necesitaba despejarme un poco. Cogí la chaqueta y el bolso y salí a la calle sin mirarme al espejo, sin maquillarme. Hacía tiempo que mi físico había quedado relegado a un segundo o tercer plano. De camino al piso de mi hermana sentí un poco de frío en la cara, y me abotoné la chaqueta, demasiado fina. El tiempo comenzaba a enfriar y el invierno se agazapaba en la esquina próxima. Aquella temperatura y las calles desiertas de mi pequeña ciudad me recordaban a tantas noches que la recorrimos juntos, abrazados.
Rechacé ese pensamiento. Había hecho bien. Las cosas no habían salido como pensábamos y… yo me estaba dedicando plenamente a la carrera, como mi madre quería.
Seguí caminando, sin saber por dónde iba, y no me di cuenta de que había pasado por delante del portal de mi hermana. Seguí caminando como un autómata. ¿Me había equivocado? Liss tenía razón en otra cosa: nunca encontraría a alguien como él. Un recuerdo rojo se preparaba para entrar en acción en lo más profundo de mi mente. Giré un momento la cabeza hacia la pizzería donde solíamos cenar los sábados, y, al verme indefensa y con la guardia baja, el recuerdo me paralizó.
De repente era como volver a estar allí. Wicked Game sonaba, pero parecía que la canción venía de muy muy lejos. Yo sólo tenía ojos para él.

The world was on fire and no one could save me but you.

Creía que era imposible, pero la luz de las velas le daba un aire aun más atractivo que de costumbre. Le necesitaba. Necesitaba su aliento en la nuca, necesitaba su calor en mi vientre, necesitaba sus manos alrededor de mi cuerpo, o me hundiría sin remedio.
Sus ojos me llamaban, y me susurraban “Ahora”. Yo intentaba usar la razón, poner los pies en la tierra, pero mi cuerpo se estremecía de arriba abajo y no podía detener el cosquilleo en mi estómago, en mi boca.

No, I don't want to fall in love.

Todo el mundo me había dicho: “No lo hagas. No te enamores. Te romperá el corazón. Él no, él no… te hará daño.”
¿Qué sabían ellos? La mayoría no había conocido el amor verdadero ni lo conocería nunca. Yo lo quería. Como nunca antes había querido a otra persona.
Mientras, él seguía acariciándome con esa dulzura que me hacía cerrar los ojos y dejarme llevar. Me sentía más hermosa que nunca, como una diosa a la que todos deberían adorar. Había pétalos rojos debajo de nosotros, velas a nuestro alrededor y un “Siempre” en el aire, flotando sobre nosotros.
Me miró, y su mirada me mordió el corazón. Me abrazó con fuerza y ya no pude distinguir lo real de lo imaginario. Estaba volando. Volaba. Mis manos rozaban las nubes y mis pies dejaban atrás el suelo firme.
Sus besos, su pelo rubio… Gemí. Y me gustó el sonido. Con solo un ruidito me estaba rebelando contra todos los que se oponían a algo tan maravilloso. Les dejaba claro que no iba a hacerles caso. Él me ofrecía muchísimo más. Me ofrecía seguridad, cariño, apoyo, confianza, secretos… me ofrecía la otra mitad que me completaba, aquella que yo siempre había buscado sin éxito. Me entregaba su vida entera.

I never dreamed that I'd meet somebody like you.

Mi cuerpo latía, latía al compás de su respiración. Le susurré que me besara, quería saborearlo otra vez. Sus labios suaves, carnosos, calientes, apretaban los míos como si no existiera nada más. Y así era. me entregaba su cuerpo y su alma.
Dejé de pensar. Rodeé su cuello, apreté nuestros cuerpos, y volví a beber de él. Una, y otra vez. Cada vez latía con más fuerza, lenta, pero fuertemente.
Noté la lujuria que lubricaba nuestros cuerpos, fundiendo nuestras almas, y volví a cerrar los ojos.

I want to fall in love.

Nunca creí en la perfección y sin embargo aquello era perfecto. Dejé la mente en blanco por primera vez y deseé cubrir cada milímetro de su piel con besos lentos. Lo hice.
What a wicked game to play, to make me feel this way.
Deseé mirarte a los ojos mientras me recostaba a tu lado, y lo hice. Te dije con la mirada lo que quería que ocurriera, y lo hiciste.
No hicieron falta palabras. Tu saliva en mi muslo, tu aroma en cada fibra de mi ser. Desabroché mi colgante y lo coloqué en tu cuello. Aquella era la señal. En tus ojos azules brillaban las velas, suspiraban los pétalos y gemía mi cuerpo pálido.
Cerré los ojos.

...With you.

17 comentarios:

  1. ... No tengo palabras para describir la majestuosidad de este texto. Me ha encantado hace tiempo que no leia algo que me gustase tanto, y no exagero. Ojala que haya una segunda parte.
    Un besazo! Mucho más dulce que mi pena

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  2. Tus relatos me deslumbran, me impresionan...
    Escribes tan delicadamente que lo siento todo profundamente... Sigue así :)
    Chispas de Felicidad!

    D!SFRUTA!!

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  3. Que hermoso!

    Si bien siempre te dije que escribis muy lindo, cada vez lo haces mejor y eso es increíble.

    Te felicito.

    Beos!

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  4. No hace falta decir lo que sucedió después pero me encantaría leerlo con tus propios matices. Un abrazo

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  5. Me encantan como narras cada historia,parece tan real
    Un beso
    Suerte ♥

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  6. “Un recuerdo rojo se preparaba para entrar en acción en lo más profundo de mi mente”

    y ese recuerdo eran pétalos rojos debajo, velas alrededor y un “Siempre” en el aire, flotando. Que bello!

    Entremezclas una hermosa canción con las más insinuantes letras escritas por ti. Siempre he creído que la perfección no existe, pero al leer esta sensual narrativa, ya lo creo que si.

    “Tu saliva en mi muslo, tu aroma en cada fibra de mi ser”

    Ay! :$ Puedo enloquecer si lo vuelo a leer. :DD

    Mis respetos, Señorita :)

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  7. Fantástica literatura...Me ha encantado TODO.

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  8. jo, muchísimas gracias, me alegra que te guste :)

    tu texto es precioso también... yo soy de la idea de que por mucho que el mundo entero te lleve la contraria, sólo por tu propia cuenta descubrirás si tienen o no razón, haz lo que sientas a cada momento, y si te equivocas equivócate tú, y no dejándote llevar por lo que te digan, al final es la única forma de que te quedes más tranquila, incluso aunque no resulte :)

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  9. Wow está precioso!! me encantan las frases de la canción a lo largo del texto!

    Si, volví y esta vez para quedarme mucho tiempo! Había estado de viaje por eso no posteaba nada!

    Gracias por tus comentarios, siempre tan necesarios y autenticos!

    Besos

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  10. sencillamente increible,nada com un relato de amor!

    un besito acuático

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  11. Hola, bello blogg, preciosas entradas, te encontré en un blogg común,si te gusta la poesía te invito al mio,será un placer,es,
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    muchas gracias, buen día, besos.

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  12. Vaya, me has matado, literalmente! D:
    Ayer mismo no podía dejar de escuchar esa canción y me la he puesto mientras leía tu relato... He volado, como ella (:
    Un beso enorme!

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  13. "Nunca creí en la perfección y sin embargo aquello era perfecto. Dejé la mente en blanco por primera vez y deseé cubrir cada milímetro de su piel con besos lentos. "

    Eres impresionante :)

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  14. Es la primera vez que paso por tu blog,y me has dejado impresionada.
    Sus besos, su pelo rubio… Gemí. Y me gustó el sonido. Con solo un ruidito me estaba rebelando contra todos los que se oponían a algo tan maravilloso. Les dejaba claro que no iba a hacerles caso. Él me ofrecía muchísimo más.
    Te sigo!.
    Alucinante tu forma de escribir.
    Mil sonrisas.
    http://todoslosmesessonnoviembre.blogspot.com/

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  15. "No te enamores"
    Ellos qué sabrán :) No hay dos historias de amor iguales.
    Aish.

    Empieza a hacer aquí mucho frío, así que me refugio en tu Palacio de Cristal.
    Un besín ^^

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  16. Si es que Liss siempre tiene razón! ;) Enamorarse es lo mejor, no crees?
    Me voy a la siguiente entrada.

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Empaña las paredes de mi palacio con tu voz, y escribe en el cristal tu nombre :)